Suena la alerta sísmica y 40 segundos son críticos para poder desalojar a los usuarios de un edificio ante un temblor, pero en ese tiempo, principalmente se logra evacuar a quienes ocupan los primeros tres pisos, mientras que es preferible que los demás permanezcan dentro del inmueble en las áreas que asignen los ingenieros estructuristas y las personas encargadas de seguridad, que normalmente es en áreas lejos de las ventanas.
Los sismos que se han dado en la historia moderna de México, han sido un aprendizaje para el sector de la construcción, el cual ha buscado edificar propiedades más resistentes a este tipo de fenómenos, con el fin de tener los menores daños posibles tanto a sus estructuras como a las personas que se encuentran dentro de estos espacios.

FOTO: VICTORIA VALTIERRA/CUARTOSCURO.
Según estimaciones del Gobierno de la Ciudad de México, el sismo del 2017 en la capital del país afectó a más de 22,000 viviendas y además, se estima que cerca de 40 edificios colapsaron.
Para hacer construcciones más resistentes a sismos en México, es fundamental aplicar técnicas y materiales que garanticen la seguridad estructural. Aquí algunas recomendaciones clave:
- Diseño sismo-resistente: El diseño debe cumplir con el Reglamento de Construcciones de México y las Normas Técnicas Complementarias (NTC), que establecen los lineamientos para edificaciones en zonas sísmicas.
- Uso de materiales adecuados: Es esencial utilizar materiales de alta calidad, como acero reforzado y concreto de buena resistencia. El acero en particular ayuda a absorber mejor la energía sísmica.
- Cimentación profunda: La cimentación es crucial para la estabilidad de la estructura. Una cimentación profunda y adecuada al tipo de suelo permite que la construcción soporte mejor los movimientos sísmicos.
- Refuerzos estructurales: Se deben incorporar elementos como muros de cortante y columnas reforzadas, que ayudan a distribuir la carga y mejorar la estabilidad de la edificación.
- Aisladores sísmicos: En proyectos más avanzados, se pueden usar aisladores sísmicos, que reducen el impacto del movimiento del suelo en la estructura, permitiendo que la edificación se "mueva" independientemente del terreno.
- Mantenimiento preventivo: Realizar revisiones periódicas para asegurar que no haya deterioro en los materiales estructurales y corregir cualquier daño que pueda comprometer la seguridad de la construcción.
- Capacitación de personal: Asegurar que los ingenieros y constructores estén capacitados en las técnicas más recientes de construcción sismo-resistente es clave para ejecutar proyectos con altos estándares de seguridad.
Estas estrategias ayudan a minimizar el riesgo de colapso y proteger tanto a las personas como a las inversiones frente a los sismos.
Fuentes: